Hace unos días me preguntó mi mujer qué me gustaría como regalo para el día del padre. Le mandé un e-mail con una lista de 3 ó 4 cosas que me hacían ilusión y había estado buscando en internet. La lista era un “copy-paste” que contenía links.
Hoy he sabido que no sólo le
orienté sobre el regalo sino que le facilité el acto de compra porque con un
click hizo el pedido en los dos minutos siguientes a recibir mi mensaje.
Fomentando de esta forma involuntaria una compra on-line, ¿he contribuido a
hundir una tienda física?, ¿Es Internet el enemigo?
La realidad es que el negocio
on-line crece de forma exponencial amenazando al retail. Además el efecto
showrooming está pasando de ser una actitud de jóvenes clientes a una realidad cotidiana en adultos
con menos experiencia en dispositivos como teléfonos móviles y tablets. La
mayoría (el 57%) de usuarios digitales reconocen el practicar el showrooming en las tiendas
para buscar productos, comparar precios, pedir aprobación de familiares y
amigos y comprarlos después on-line. Para no equivocarse fotografían los
artículos y leen códigos de barras con sus smartphones. La tienda ha pasado a
ser un escaparate y/o un probador.
Con estos datos lo lógico sería
pensar: “no facilitemos las cosas al cliente ofreciéndole WI-FI gratuita en el
local”. Esta idea es un error: una encuesta de GFK Roper y SapientNitro revela
que los consumidores creen que los negocios tradicionales podrían hacer mucho
por mejorar la experiencia de compra “in-store” mediante servicios relacionados
con WI-FI.
Propongo 6 soluciones de aplicación inmediata, combinables
entre sí y válidas para el común de sectores comerciales y categorías con el objetivo de invertir la tendencia y utilizar la tecnología para generar tráfico, ventas y mejorar la experiencia de cliente:
1) Hacer valer el trato personalizado y la
inmediatez: Aunque la tienda física soporta unos costes mayores, también
ofrece valores añadidos como la inmediatez de llevarse el producto a casa, el
trato humano, el asesoramiento, etc. Pensemos en la insustituible ayuda de una dependienta
a la hora de probarnos un vestido, por ejemplo.
2) Reservar colecciones exclusivas para la
compra en tienda: Una estrategia a corto plazo para las cadenas de retail puede
ser impedir que los artículos puedan comprarse por internet. Es decir; reservar
colecciones a la única posibilidad de ser adquiridas en el mostrador de la
tienda. Aunque no me parece una opción de futuro, cuando estamos intentando
hacer entender a las marcas la necesidad de una experiencia 360º multicanal.
Sin embargo puede servir provisionalmente para ganar tiempo y detener la
sangría de pedidos.
3) Fidelidad. Es el punto más importante a
trabajar: Generalizar los programas de recompensa a nuestros mejores clientes. (planes
de puntos, etc) Dar las ofertas más especiales a los visitantes a nuestro
local, avances de temporada o nuevos lanzamientos en exclusiva, más información
y por supuesto (qué remedio!) precios ventajosos. En este ámbito la aplicación
española QUOMAI puede hacer un gran trabajo. Conozco el proyecto y a Oscar Matellanes, su máximo exponente y estoy convencido de sus beneficios. Pedidle consejo!
4) Informar mediante el móvil: Tener un
sistema que envíe continuamente información a los teléfonos móviles de los
clientes in-store como circulares, flyers, incluso publicidad, etc. Es bien
recibida por los usuarios porque “viene a cuento” de lo que están haciendo y no
la consideran invasiva. Recomiendo dejarse asesorar por los expertos de Blackout Project con Aletxu Echevarría a la cabeza.
5) Aplicaciones de navegación en tienda para
smartphones: Programas de fácil descarga que ayuden a chequear colecciones,
buscar artículos, tallas, precios, descuentos etc. Cualquier idea de GPS en tiendas
de gran tamaño para poder dirigirse inmediatamente a la sección deseada.
Imaginemos esto en Grandes almacenes o centros comerciales, por ejemplo.
6) Facilitar las opciones de pago:
Mediante dispositivos móviles. Sin dinero ni tarjetas de plástico. Habilitar la
posibilidad del “check-out” mediante el escaneo de códigos, opción ya habitual
entre la mayoría de usuarios de estas tecnologías.
De las seis propuestas dadas, al
menos 4 tienen que ver directamente con la utilización de la tecnología WI-FI. Pero,
además de estas soluciones, la implementación de una estrategia WI-FI puede aportar
grandes beneficios para la tienda como la localización de clientes cercanos,
estudio del tiempo y la actividad de los clientes en el local, identificación y
personalización de las interacciones con los usuarios, etc.
Por último, los niños piden a
menudo el móvil para jugar. En pleno tsunami de la “advergamificación” no
estaría mal que las tiendas tengan previstos uno o varios video-juegos con los
que entretenerlos y ¿quién sabe? quizá fidelizarlos para el futuro.
Te agradezco que compartas esta información y cualquier comentario.